También conocido como trastorno maníaco depresivo es un trastorno que causa serios cambios de humor, energía, formas de
pensar y comportamiento, va desde un estado de euforia extrema hasta una
depresión extrema. Más que solo cambiar de humor de manera transitoria, los
ciclos de este trastorno duran días, semanas o meses, y a diferencia de los
balances de humor normales, el cambio de humor del bipolar es tan intenso que
interfiere con su capacidad de desarrollarse e interactuar normalmente.
Estos cambios emocionales ocurren en
distintos periodos llamados “episodios de humor”. La alegría o la sobreexcitación se llama
episodio maníaco y la tristeza extrema o el sentirse sin esperanza se llama
episodio depresivo. Algunos episodios
tienen ambas: manía y depresión.
Por ejemplo, durante el episodio maníaco, la
persona puede impulsivamente renunciar a su
trabajo, cagar su tarjeta de crédito en grandes cantidades o sentirse
descansado con solo dormir 2 horas. Durante un episodio depresivo, la misma
persona puede sentirse muy cansado como para salir de la cama y detestarse a sí
mismo y sin esperanza por ser un desempleado y con deudas.
Las causas del trastorno bipolar, no están del
todo comprendidas, pero comúnmente es hereditario. El primer episodio maniaco o depresivo de la
persona bipolar, de manera regular ocurre en la adolescencia o en la edad
adulta joven. Los síntomas pueden ser sutiles y confusos; mucha gente que
padece el trastorno bipolar está mal diagnosticada o ignora que sufren de este
trastorno, haciendo como resultado un sufrimiento innecesario, pero con el
tratamiento adecuado pueden tener una vida normal y plena.
SIGNOS Y SÍNTOMAS.
Este trastorno puede verse de diferente forma
en diferentes personas. Los síntomas varían dependiendo del patrón,
severidad y frecuencia. Algunas personas
son más propensas a ser maníacas o depresivas, mientras que otras se alternan
equitativamente entre los dos episodios. Algunas tienen trastornos de humor de
manera frecuente, mientras que otras los experimentan sólo en algún momento
durante su vida. Hay cuatro tipos de
episodios de humor en el bipolar: maníaco, hipomanía, depresión y mixto. Cada episodio de humor en el trastorno
bipolar, tiene su conjunto único de síntomas.
Signos y
síntomas del maníaco:
En la fase maníaca del trastorno bipolar, los
sentimientos de aumento de energía, creatividad y euforia son comunes. Las
personas que experimentan un episodio maníaco regularmente hablan a mil por
hora, duermen muy poco y son hiperactivos. También pueden sentir que son
poderosos, invencibles o destinados a la grandeza. Pero mientras la manía se siente bien al
principio, tiene una tendencia a estar fuera de control. Durante el episodio maníaco la gente comúnmente se
comporta de manera imprudente, por ejemplo: apostar sin dinero, involucrarse en
inapropiadas actividades sexuales o hacer inversiones en negocios sin pensarlo.
Pueden estar enojados, irritables y agresivos, arremetiendo contra otros si no
están de acuerdo con sus planes y culpando a cualquiera que critique su
comportamiento. En algunos casos, pueden
delirar o escuchar voces.
Los signos y síntomas más comunes de la manía
incluyen:
·
Sentirse
optimista o extremadamente irritable
·
Poco
realista, creencias grandiosas acerca de sí mismo
·
Dormir
muy poco y sentirse lleno de energía
·
Hablar
tan rápidamente que otros no pueden entenderlos
·
Pensamiento
“carrera”; saltar rápidamente de una idea a otra
·
Juicio
dañado e impulsividad
·
Acciones
imprudentes sin pensar en las consecuencias
·
Delirios
y alucinaciones (en casos severos)
Signos y
síntomas del depresivo:
En el pasado, la depresión bipolar se
confundía con la depresión regular; pero algunos estudios sugieren que hay
diferencias significativas entre ambas. La mayoría de la gente con depresión
bipolar no le ayudan los antidepresivos; de hecho existe el riesgo de que los
antidepresivos empeoren el trastorno y activen la manía o la hipomanía causando
rápidamente un ciclo entre los dos estados de humor o interfiriendo con
fármacos estabilizadores de humor. La
depresión bipolar es más un sentimiento de irritabilidad, culpabilidad, cambios
de humor impredecibles e inquietudes.
Las personas que lo padecen, tienden a moverse y hablar lentamente,
duermen mucho y ganan peso. En adicción,
son más propensos a desarrollar depresión psicótica (una condición en la que
han perdido contacto con la realidad) y experimentan mayor desestabilidad en su
trabajo y su círculo social.
Los síntomas de la depresión bipolar
incluyen:
·
Sentimientos
de tristeza, vacío y sin esperanza
·
Irritabilidad
·
Incapacidad
de experimentar placer
·
Fatiga
o falta de energía
·
Cambios
de apetito y peso
·
Problemas
para dormir
·
Problemas
de concentración y de memoria
·
Lentitud
física y mental
·
Sentimientos
de culpa e inutilidad
·
Pensamientos
suicidas y de muerte
Signos y
síntomas del episodio mixto:
Se caracteriza por tener ambos, la manía o
hipomanía y depresión. Incluye depresión combinada con agitación,
irritabilidad, ansiedad, insomnio, distracción y pensamientos “carrera” (saltar
de una idea a otra en instantes); esta combinación de bajos y altos de energía
y humor, llevan a un particular riesgo de suicidio.
Diferentes
fases del trastorno bipolar:
Desorden Bipolar I (manía o episodio mixto):
El clásico maníaco – depresivo desde la enfermedad, caracterizada al menos por
un episodio de maníaco o mixto.
Comúnmente, pero no siempre; incluye un episodio de depresión.
Desorden Bipolar II (hipomanía y depresión):
La persona que lo padece no experimenta episodios maníacos tal cual; en lugar
de eso, la enfermedad involucra episodios de hipomanía y severa depresión.
Ciclotimia (hipomanía y leve depresión): La
ciclotimia es un intermedio del trastorno bipolar. Consiste en cambios de humor cíclicos; sin
embargo, los síntomas son menos severos que la depresión y la manía.
Tratamiento
para el desorden bipolar.
Requiere de un tratamiento a largo plazo, ya
que es una enfermedad crónica. Es
importante continuar con el tratamiento aunque la persona se sienta mejor; la
mayoría de las personas que la padece, necesita medicamento para prevenir
nuevos episodios y estar libre de
síntomas. La medicación sola no es suficiente
para controlar los síntomas; el más efectivo tratamiento es combinar terapia,
medicamento, cambio de estilo de vida y apoyo de las personas que le
rodea.
El diagnostico puede ser engañoso y el
tratamiento tiende a ser difícil por lo que la medicación debe de ser
controlada y monitoreada y el psiquiatra debe de tener experiencia en este tipo
de trastorno.
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