Este desorden forma parte del grupo de condiciones llamado
trastornos disociativos, los cuales son enfermedades mentales que involucran
interrupciones o desajustes de memoria, conciencia, identidad y/o percepción. Cuando una
o más de estas funciones es
interrumpida, los síntomas pueden brotar.
Estos síntomas pueden interferir con el funcionamiento general de una persona, incluyendo actividades sociales,
funciones laborales y relaciones personales.
La persona que padece el
trastorno de personalidad múltiple, comúnmente tienen problemas con su identidad
y sentido de historia personal.
La disociación es
la característica clave de los desordenes disociativos. La disociación es un mecanismo de
afrontamiento que la persona usa para desconectarse del estrés o de una
situación traumática o para separar recuerdos traumáticos de la
conciencia. Es una manera de romper la
conexión entre el mundo interno y el externo, así como la distancia entre la
conciencia de uno mismo y lo que está ocurriendo. La
disociación puede servir como mecanismo de defensa contra el dolor
físico y emocional de una experiencia traumática o estresante. Disociando los recuerdos de dolor del proceso
del pensamiento diario, una persona puede usar la disociación para mantener
relativamente sano el nivel de funcionamiento, aunque el trauma no haya
ocurrido.
La disociación se describe como un temporal escape mental
(similar a la auto hipnosis) desde el
temor y dolor del trauma. Aunque el
trauma haya pasado, continúa el patrón de la disociación para escapar de
situaciones estresantes. Cuando la
disociación se presenta repetidamente (como el caso de un abuso prolongado),
este estado mental disociativo puede tomar identidades separadas por su cuenta.
Una persona con TMP, el más severo tipo de trastorno de
disociación, tiene dos o más estados diferentes de personalidad (a veces
referido como “altera”, que es un estado corto de personalidad); cada
personalidad toma control sobre el comportamiento de la persona en algún
momento. Cada altera tiene sus
distintos rasgos, historia personal y modo de pensar acerca de su entorno. Un altera puede ser un genero diferente, tener
su propio nombre y tener distintas preferencias o manierismos. La persona que padece este trastorno puede o
no estar consciente del otro estado de personalidad y puede no tener memoria
del tiempo en que la otra altera estaba dominando. El estrés o un recordatorio del trauma puede
actuar como desatador para traer y cambiar de alteras. Esto puede crear una vida caótica y causar
problemas en su trabajo y situaciones sociales.